Un día pasa lo no deseado, y una se tiene que ir por un camino que nunca pensó que existiría.
(Ese que te lleva a lugares lejanos de todo afecto).
A pesar del dolor de saber perdido lo perdido, queda por delante la esperanza de que hay un nuevo comienzo, con su mundo.
Pero los meses anteriores a que llegue ese día son una tortura. Se espera donde no hay esperanza, se desestima la posibilidad de un quebranto a tiempo.
La incógnita que antecede al camino tomado es la rumia de las vacas, el césped pisado bajo el cartel, la ira de la duda culposa y el silencio frente a lo que se avecina como inevitable.
28.7.08
quizás no sea inevitable tal quebranto
Grushenka lo dijo a las 1:44 a.m.
Etiquetas: intríngulis
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1 comentarios:
Está buenísimo esto que escribiste.
Inmejorable.
Ojalá que te haya servido de catarsis como a muchos les servirá leerlo.
Saludos.
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