A las sabinas no nos queda otra que el síndrome de Estocolmo.
3.7.06
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no soy feliz, pero tampoco desagradecida
A las sabinas no nos queda otra que el síndrome de Estocolmo.
Grushenka lo dijo a las 11:42 a.m.
1 comentarios:
hola grushenka!!!!
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