Anoche me visitaron en sueños.
- Encontraba a Miguelito en otra pecera y nos abrazábamos. Lo sacaba a jugar afuera, y él se convertía en perro. Me daba miedo soltarlo y que se escape. Él siempre estaba muy inquieto.
- El cuis Juan estuvo a upa mucho tiempo. Yo me acostaba y lo ponía en mi pecho. El gordo se quedaba y yo le miraba la nariz. Luego, mi hermano me obligaba a despedirme, a ponerlo en el freezer de donde lo había sacado (procedimiento de criogénico?) El buen cuis, se entregaba a su destino. Yo estaba muy triste de dejarlo ahí. Para aliviarle el frío, le tiraba un poco de agua tibia.
0 comentarios:
Publicar un comentario