Antes decía que yo era como un robot, una maquinita.
Ahora, mientras má lo observo a Miguelito, más me parece que soy como él. Si no estoy durmiendo estoy comiendo, o escarbando para encontrar una salida o haciendo girar la ruedita.
También a mi me gusta cuando me sacan a pasear, y conozco nuevos lugares, pero sólo es una falsa sensación de libertad.
Siempre vuelvo a mi ruedita.
Quizás por eso, -porque es lo seguro- es que la tengo en tanto.
11.7.05
Mi vida como hamster III
Grushenka lo dijo a las 11:22 a.m.
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