McLocuras!

Antes de ir a la psicóloga, entré al Alto Palermo, y me dispuse a merendar: tostado con un té.
Me siento en el localdecomidarápida y me preparo el té. En eso, una chica de pelo teñido de negro, tez muy pálida y labios rojos (linda chica, diré) empieza a los gritos.

Pelotudita! No te rías de mí, no me faltes el respeto porque yo no te lo falté a vos! quién te creés que sos? Vos y el pelotudo que tenés al lado??
Dejá de reirte de mí, y si querés seguir diciéndome cosas, vení acá y decímelas! Forra! Estamos en Palermo, no en la provincia: ubicate!! Te hacés la viva, pero te encontrás con una loca como yo y se te acaba la joda!!

Bueno, dicho todo esto a los gritos, se sentó. Un señor que "plácidamente" merendaba con su pequeño hijo, le dijo: bueno, bueno, calmate. A lo cual ella respondió: ella me dijo barbaridades enfrente de todos, andá y preguntale a la cajera, sino. Yo entonces también se lo digo así.

Bueno, en principio debo decir que me cayó muy mal lo de no me faltes el respeto porque yo no te lo falto, cuando los estaba llamando pelotuditos. Y peor me cayó que le dijera eso de la provincia / palermo.

Pero después, me fui al baño, ya se me hacía la hora de entrar al consultorio, y en el baño había una chica uqe trabajaba en el lugar, mirándose en el espejo. Entró una señora (una vieja) y empezó a comentar el suceso.

Que cómo será en la casa. Que no tiene vergüenza. Yo a mí edad, con todo lo que he pasado, me daría vergüenza. Cómo va a decir eso así a los gritos? Aparte se hubiera ido, se quedó ahí sentada!

La empleada se fue. Y la señora prosiguió su monólogo conmigo.

La viste? AH! estabas! Es una loca, cómo será en la casa si en la calle hace esas cosas?

A lo que yo respondí: quizás en la casa es mejor que todos nosotros juntos, quién sabe.

Y me fui, y la vieja siguió diciendo -sola- pero qué vergüenza! etc

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La señora -evidentemente- consideraba su conducta miedosa como norma de acción.

Obviamente, al salir del baño, la chica de cabellos negros me caía muchísimo más simpática.