Así es la cosa

Porque para muestra, basta un botón:

Días y días, quizás meses deseando tener un cuis/ hamster.
En un acto de arrojo, llego tarde al curso de dreamweaver para poder ir a la veterinaria. Hago el gasto, tengo pecera, alimento, viruta, ruedita, comedero y hamster. Lo bautizo Miguelito.
Esa noche sueño con él todo el tiempo, tengo ganas de verlo.
Al otro día llego y veo que duerme, se despierta, digo: qué lindo que es, el enano!
Y así.
Pero poco a poco, lentamente, comienza a corroerme un peso interno. Es la primera mascota propia que tengo, es la primera responsabilidad con vida y latidos de corazón.

Inmediatamente me imagino si no será bueno abandonarlo en un bosque y que prosiga su vida solo.

...
No, no soy inconstante, tampoco irresponsable.
Estoy enferma. El peso de un hamster puede conmigo si no estoy en un buen momento.
(100 gr??)

...
Por suerte hoy, esa idea abandónica ni se me ha cruzado.

Miguelito es muy lindo.
Hasta a veces, cuadno tiene mucho sueño y hambre al mismo tiempo, acurrucado durmiendo, con los ojitos cerrados, agarra una semillita con la mano y empieza a comérsela.