Hay días en que sé que todo lo que te diga te va a parecer mal. Igual me empeño y resisto, no me amoldo a tu malhumor. Sostengo hasta último momento que es mejor comprar botas de cuero a botas de cuerina; sentarse en un pub irlandés, que tomar cerveza de parados en una esquina del barrio de Once; que te dediquen un saludo y una canción, a la indiferencia plena.
No digo que sea preferible siempre A y B nunca deba hacerse. Pero no hay que vivir como si A fuera malo y feo y B una cosa grandiosa. La belleza es importante en todo momento. Es una de las grandes razones para la vida.
Yo no tengo la culpa del ruido que hay en tu cabeza hoy.
Estoy estéticamente a salvo de vos.
27.6.05
negativo
Grushenka lo dijo a las 2:18 p.m.
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