Él no sabe, y me imagina con la belleza de antes. Encima es primavera.
Ella ve que su amor se le escapa por la ventana y me vigila.
Él espera y mientras se desdice de ella: se terminó el veranito.
Ella, desde su invierno, sigue vigilando. Aún no lo suelta. Todas las mujeres jóvenes somos un peligro.
Yo, no quiero nada. Pero sus existencias me dan algo de satisfacción.
24.10.06
qué realismo
Grushenka lo dijo a las 11:04 a.m.
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1 comentarios:
pero sus existencias, que lindo sonó eso.
saludos
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